Por: Leanlly Pérez- Miles de campesinos de la comunidad de Cotuí realizaron una marcha pacífica de más de cinco horas, recorriendo 31 kilómetros desde Maimón hasta las puertas de la minera Barrick Gold, en la provincia Sánchez Ramírez.
La manifestación, que paralizó el tránsito en la carretera Maimón-Cotuí hasta pasadas las 1:00 p.m., fue organizada en protesta contra la construcción de una nueva presa de colas y en exigencia de un pago justo por los terrenos que han sido afectados por las operaciones mineras.
Los manifestantes, muchos de ellos campesinos y residentes de los sectores cercanos, portaban pancartas y cantaban consignas, destacando su rechazo tanto a la empresa Barrick Gold como al gobierno.
En sus discursos, denunciaron que la minera ha violado sus derechos al no cumplir con los acuerdos pactados y al excluir a varios de los afectados del censo realizado por la empresa. Alegan que algunos residentes no fueron registrados porque estaban fuera de sus hogares el día del censo.
Además, se quejaron de la falta de alternativas adecuadas para la reubicación de las comunidades, que temen ser desplazadas sin recibir una compensación justa por sus tierras, cosechas y propiedades.
Fernando Peña, uno de los líderes comunitarios y miembro del Observatorio de Políticas Públicas de la UASD, mencionó que los afectados no solo buscan una compensación económica justa, sino también ser dotados de un medio de vida adecuado, que incluya infraestructuras como clínicas, escuelas y otros servicios básicos, que, según ellos, hasta el momento no han sido proporcionados.
En la misma línea, denunciaron el peligro de la construcción de un puente en la cabecera del río El Naranjo, el único afluente de agua potable para las familias de Cotuí, lo que podría poner en riesgo su suministro de agua.
A pesar de contar con representación en el Senado, como el senador de Sánchez Ramírez, Ricardo de los Santos, y otros representantes en la Cámara Baja, los manifestantes expresaron su frustración por lo que consideran una falta de apoyo de sus legisladores, quienes según ellos se han convertido en defensores de Barrick Gold en lugar de representar los intereses del pueblo.
La líder comunitaria Leonacia Ramos criticó duramente la minería y la explotación que, según los manifestantes, está acabando con su vida, su agua, y su producción agrícola.
En respuesta, Barrick Gold emitió un comunicado en el que afirmó que el diálogo con las autoridades y representantes comunitarios se sigue llevando a cabo de manera transparente.
La empresa mencionó que un grupo de personas, que no representan a la mayoría de la comunidad, ha estado afectando el proceso de diálogo y progreso mediante tácticas de intimidación, como bloqueos ilegales de carreteras y la limitación de acceso a terrenos que ya están bajo contrato con la empresa.
Barrick expresó su disposición de continuar el diálogo, pero enfatizó que algunos miembros de la comunidad están buscando beneficios propios en lugar de trabajar por el bienestar colectivo.
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