Por: Leanlly Pérez- El expresidente salvadoreño Mauricio Funes, quien gobernó El Salvador entre 2009 y 2014, falleció este martes a los 65 años en Nicaragua, país donde residía desde 2016 tras haber solicitado asilo político.
El Gobierno de Nicaragua, a través de un comunicado del Ministerio de Salud, confirmó su muerte a las 21:35 horas, debido a una grave dolencia crónica que lo aquejaba.
Funes, quien había estado recibiendo atención médica especializada en Nicaragua, había padecido complicaciones de salud durante un tiempo prolongado.
Según los informes, fue asistido con el sacramento de la extremaunción por un sacerdote nicaragüense, lo que ocurrió en la tarde de su fallecimiento.
El gobierno de Nicaragua expresó sus condolencias a la familia de Funes, incluyendo a sus hijos y su compañera.
En el mismo comunicado, se destacó que Funes, además de su salud delicada, había sido atendido por diferentes especialistas médicos desde que se trasladó al país centroamericano.
Previo a su fallecimiento, el Ministerio de Salud de Nicaragua había informado que su situación de salud era grave y había empeorado por problemas crónicos de salud que le afectaban.
Funes vivió en Nicaragua después de que en 2016 se le concediera asilo tras haber enfrentado investigaciones por corrupción en El Salvador.
En mayo de 2024, Funes fue condenado a 14 años de prisión por su implicación en delitos relacionados con una tregua entre pandillas durante su mandato, un pacto que permitió la liberación de varios miembros de estas bandas a cambio de disminuir la violencia en el país.
Esta condena se dictó en ausencia debido a una reforma legal en El Salvador que permite juzgar a personas fuera del país.
Funes había sido acusado también de formar una red de desvío de fondos públicos durante su mandato, que presuntamente desvió más de 292 millones de dólares a cuentas bancarias privadas.
A pesar de las acusaciones y la condena en su contra, Funes gozó de la nacionalidad nicaragüense desde 2019, lo que le otorgaba inmunidad frente a un posible proceso de extradición.
En ese contexto, su estancia en Nicaragua fue protegida por la Constitución de este país, que establece que los nicaragüenses no pueden ser extraditados.
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