La reina Isabel II del Reino Unido, quien falleció en 2022, no fue informada durante casi diez años de que uno de sus asesores de arte era un espía que también compartía información con la Unión Soviética, según documentos desclasificados por el MI5, el servicio de inteligencia británico.
Anthony Blunt, quien supervisaba la Colección Oficial de Arte Real, formaba parte de los «cinco de Cambridge», un grupo de espías británicos reclutados por la Unión Soviética en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, algo que la reina no supo hasta casi una década después de la confesión de Blunt.
Entre los documentos del MI5 se encuentra la declaración tomada en 1964 a Blunt, considerado líder del grupo, en la que admite haber trabajado para la Unión Soviética desde la década de 1930, durante los inicios de la Segunda Guerra Mundial, cuando también colaboraba con la inteligencia británica.
En su confesión, reconoció haber mantenido contacto con los servicios de inteligencia soviéticos incluso después de la guerra, cuando ya trabajaba en el Palacio de Buckingham como asesor de arte y experto en pintura al servicio de la reina Isabel II, cargo que conservó tras su declaración y que le valió ser nombrado caballero.
Las primeras sospechas sobre su doble papel dentro del MI5 surgieron en 1951.
En ese momento, dos miembros de los «cinco de Cambridge», Guy Burgess y Donald Maclean, escaparon a la Unión Soviética, lo que llevó a que Blunt fuera entrevistado en 11 ocasiones por la inteligencia británica, negando siempre su implicación en el espionaje.
Sin embargo, fue en 1973 cuando Martin Charteris, entonces secretario de la reina Isabel II, informó a la monarca sobre el rol de Blunt, un hecho que fue recibido «con mucha calma y sin sorpresa». Además, recordó que Blunt ya había estado bajo sospecha tras la fuga de sus compañeros en la década de 1950, según los documentos depositados en los Archivos Nacionales británicos.
En la oficina de la reina, este tema ya era conocido desde 1972, pero no se le había revelado a la monarca, ya que, según el informe del director del MI5 de ese entonces, Michael Hanley, «no se encontraba ninguna ventaja» en hacerlo, pues «solo aumentaría sus preocupaciones».
El rol de Blunt como agente doble fue revelado al público en 1975, cuando la entonces primera ministra, Margaret Thatcher, hizo una declaración al respecto en la Cámara de los Comunes, debido a la grave salud del espía, lo que podría haber provocado investigaciones periodísticas que destaparan su implicación.
Blunt murió en 1983 a los 74 años, tras una larga enfermedad, y después de haber sido despojado de su título de caballero.
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