La operación que condujo al arresto de Prophane estuvo supervisada por el director general de la Policía Nacional de Haití, Rameau Normil, quien estuvo presente durante la detención, según reportó el diario haitiano Le Nouvelliste.
Además, se indicó que Magalie Habitant, junto a su conductor, Jean Philippe Lener, había sido detenida y que las autoridades también realizaron un registro en su residencia.
Habitant, quien es una figura política conocida en Haití, ha sido interrogada por la Unidad Antisecuestro y la Oficina de Asuntos Penales, aunque los detalles sobre su implicación en los hechos aún están bajo investigación.
Victor Prophane, exdiputado por la circunscripción de Petite-Rivière de l’Artibonite y ex presidente del partido político Bouclier, enfrenta sanciones internacionales por sus presuntos vínculos con grupos criminales en Haití.
Tanto Canadá como el Tesoro de los Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU han impuesto medidas contra él debido a su relación con bandas armadas. Se le acusa de haber proporcionado armas al líder de la banda Odma, quien ya está fallecido, con el fin de influir en los resultados de las elecciones legislativas de 2016 en su circunscripción.
Además, Prophane ha sido señalado como uno de los principales responsables de armar a jóvenes en la región hace casi una década, asegurándose de que su influencia política se mantuviera a través del control de la zona.
Esto llevó a la formación de la banda Gran Grif, que ha estado involucrada en actividades criminales en varias áreas de la región Artibonite, como Savien y Pont-Sondé. La ONU ha documentado la participación de esta banda en numerosos crímenes, incluido el asesinato de al menos 20 personas en diciembre del año pasado mientras dormían.
La banda Gran Grif también fue responsable de la matanza ocurrida en octubre de 2024 en el poblado de Pont Sondé, donde al menos 115 personas fueron asesinadas en un ataque brutal.
Esta masacre fue uno de los episodios más violentos y sangrientos vinculados a la violencia de las pandillas en Haití, lo que ha generado una creciente preocupación tanto en el ámbito nacional como internacional sobre la falta de control del gobierno haitiano sobre las bandas criminales y su influencia en la política del país.
