Azotada por los incendios forestales, Los Ángeles enfrentó ayer nuevas y peligrosas ráfagas de viento, mientras las autoridades aseguraron que los bomberos estaban preparados para luchar contra cualquier nuevo brote de fuego.
Hasta el momento, al menos 16 personas han sido reportadas como desaparecidas debido a los incendios que han devastado la ciudad californiana durante los últimos cinco días, destruyendo comunidades completas y dejando a miles sin hogar.
Las autoridades de Estados Unidos alertaron sobre la posibilidad de que vientos «fuertes y peligrosos» avancen los incendios forestales hacia zonas residenciales de Los Ángeles, mientras los bomberos se esfuerzan por controlar las llamas.
«Los vientos se están volviendo de nuevo potencialmente peligrosos y fuertes», informó a la cadena CNN Deanne Criswell, directora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
El jefe del Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, mencionó que su equipo había recibido apoyo, incluidos numerosos camiones cisterna y bomberos de otras zonas, y que estaba listo para enfrentar la nueva amenaza.
Al ser cuestionada sobre la posibilidad de que los hidrantes se quedaran sin agua nuevamente, como ocurrió durante el brote inicial de incendios la semana pasada, la alcaldesa Karen Bass expresó: «Creo que la ciudad está preparada».
Según el alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, los desaparecidos se concentran en los incendios de Eaton y Palisades, los más grandes y destructivos.
En una rueda de prensa, Luna también informó sobre la detención de 29 personas en la zona afectada por los incendios, 25 de ellas en el incendio de Eaton, al noreste del centro de Los Ángeles, el cual ha consumido más de 5,700 hectáreas y destruido al menos 7,000 estructuras.
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