Por: Leanlly Pérez- La NASA ha propuesto un nuevo enfoque más económico y rápido para traer muestras de Marte a la Tierra, después de que el presupuesto de su plan original se disparara a 11,000 millones de dólares.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, presentó este proyecto revisado menos de dos semanas antes de dejar su cargo, cuando el presidente electo Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos. Este cambio de enfoque responde a los altos costos y a la prolongada espera, ya que con el plan original no se esperaría traer nada de Marte hasta después de 2040.
En un esfuerzo por cumplir con las expectativas de la misión, la NASA solicitó a la industria y a otros colaboradores que propusieran alternativas para asegurar que las muestras, recolectadas en tubos del tamaño de un cigarro por el rover Perseverance, lleguen a la Tierra en la década de 2030. El objetivo es recuperar al menos 30 tubos de titanio lo antes posible, con un costo más bajo.
El plan revisado contempla dos opciones que reducirían los costos a un rango entre 6,000 y 7,000 millones de dólares, mucho más asequibles que la propuesta inicial. A pesar de que el número de naves espaciales y lanzamientos permanecería igual, las opciones simplificarían la misión.
Según Nelson, estas alternativas incluyen el uso de diseños innovadores, algunos de los cuales provendrían de socios comerciales privados. La decisión final sobre cuál de estas opciones se implementará se tomará el próximo año, después de realizar estudios de ingeniería detallados.
Una de las alternativas más tradicionales implicaría el uso de una plataforma guiada por cohetes, como la que llevó a los rovers Perseverance y Curiosity a la superficie de Marte.
Esta plataforma, conocida como grúa aérea, se utilizaría para aterrizar las naves que recogerían las muestras. La segunda opción es menos convencional y utilizaría un sistema de aterrizaje desarrollado por empresas privadas, aunque en el último anuncio no se ofrecieron muchos detalles sobre esta propuesta.
El rover Perseverance, que llegó a Marte en 2021, ya ha recolectado más de dos docenas de muestras de la superficie marciana.
Los científicos están muy interesados en analizar estas muestras, especialmente las tomadas en el antiguo delta fluvial seco del planeta rojo, con la esperanza de encontrar señales de vida microscópica marciana. Para ello, es crucial que las muestras lleguen lo antes posible a la Tierra.
Además de los desafíos logísticos de la misión, la NASA también ha enfatizado que las opciones revisadas simplificarían el proceso de limpieza de los tubos de muestras.
En lugar de realizar este proceso en la nave espacial de retorno, se haría en la superficie de Marte, lo que ayudaría a reducir costos y aumentar la eficiencia de la misión. Asimismo, se cambiaría de energía solar a energía nuclear para soportar las tormentas de polvo marcianas, un factor importante para la supervivencia de los equipos involucrados en la misión.
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