El Congreso de Estados Unidos ratificó ayer la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales, quien asumirá nuevamente el poder el 20 de enero.
En una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes, que se desarrolló sin contratiempos, el Congreso validó que Trump recibió 312 votos en el Colegio Electoral, mientras que su contrincante demócrata, Kamala Harris, obtuvo 226.
Harris, quien como vicepresidenta también preside el Senado, fue la encargada de liderar la sesión y anunciar los resultados.
La certificación fue un proceso que apenas tomó 30 minutos, el tiempo necesario para que los legisladores leyeran y contaran los resultados de los 50 estados y el Distrito de Columbia.
Esta sesión solo quedará registrada en la historia por el contraste con la de hace cuatro años, cuando una multitud de seguidores de Trump irrumpió en el Congreso para impedir que los legisladores certificaran la victoria del entonces electo, el actual presidente Joe Biden.
Asimismo, 147 legisladores republicanos utilizaron las herramientas del procedimiento para presentar varias objeciones a los resultados e intentar frenar la certificación de Biden. Sin embargo, ningún legislador, ni demócrata ni republicano, planteó objeciones.
Tras entrar al hemiciclo sonriendo, Harris presidió la sesión de pie, con la mirada fija al frente y una expresión seria durante todo el proceso.
Se encontraba junto al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, con quien intercambió algunos comentarios y sonrisas durante el acto.
Al proclamar en voz alta la victoria de Trump, y su propia derrota, Harris soportó los aplausos y vítores de decenas de legisladores republicanos.
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