Por: Leanlly Pérez- Los Globos de Oro 2025 han sido una edición llena de sorpresas, marcando un claro giro en la dirección de los premios y mostrando un cambio estructural profundo respecto a años anteriores.
A tan solo tres años de haber estado al borde de la desaparición debido a los escándalos de corrupción y falta de diversidad, esta edición ha sorprendido al premiar tanto a películas como a actores de manera inesperada, lo que indica un posible nuevo rumbo para la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood.
Una de las grandes sorpresas de la noche fue Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard, que logró llevarse cuatro Globos de Oro: mejor comedia o musical, mejor película de habla no inglesa, mejor canción original y mejor actriz de reparto para Zoe Saldaña.
La victoria de Emilia Pérez, un ‘narcomusical’ de origen francés y hablado en español, también destacó por su capacidad para desafiar las expectativas. Es particularmente destacable que una película independiente como esta derrotara a un blockbuster como Wicked, reflejando una clara apuesta por la diversidad cultural en los premios.
Además, la interpretación de la brasileña Fernanda Torres en Aún no estoy aquí fue premiada por encima de grandes estrellas como Nicole Kidman y Angelina Jolie, lo que parece una declaración de intenciones por parte de los Globos de Oro para alejarse de las convenciones de los Oscar y buscar su propia identidad, basada en el reconocimiento de talentos menos convencionales.
Por otro lado, la veterana actriz Demi Moore, que en su discurso recordó un antiguo comentario de un productor que la consideraba solo una «actriz palomitera», recibió el Globo de Oro a la mejor actriz en una película de comedia o musical por su papel en La sustancia.
Moore, muy emocionada, destacó la importancia de este premio para su carrera, ya que es la primera vez en más de 45 años de trayectoria que recibe un reconocimiento de esta magnitud. Sin embargo, también hubo decepciones, como el hecho de que Karla Sofía Gascón no se llevara el premio a la mejor actriz de comedia o musical, a pesar de su impresionante actuación en Emilia Pérez. En cambio, Demi Moore se impuso en esta categoría, lo que fue una sorpresa para algunos.
En el apartado de drama, The Brutalist se coronó como la gran ganadora, llevándose el premio a mejor película en esta categoría. La película, que aborda la vida de un arquitecto que escapa del nazismo solo para ser víctima del capitalismo en los Estados Unidos, también permitió que su director, Brady Corbet, fuera reconocido como el mejor director.
Adrien Brody, por su parte, se alzó con el premio a mejor actor por su interpretación en The Brutalist, venciendo a favoritos como Timothée Chalamet, quien competía por su papel en Un perfecto desconocido. Corbet, en su discurso, destacó cómo le dijeron que su película, de más de tres horas, no sería distribuida ni vista por el público, pero que este reconocimiento validaba su decisión de seguir su visión artística a pesar de las dificultades.
Otra de las sorpresas fue la derrota de Anora, que partía como una de las grandes favoritas, particularmente en la categoría de mejor guion, que finalmente fue a parar a Cónclave, un thriller eclesiástico sobre las intrigas de poder dentro del Vaticano.
Además, en la categoría de mejor actor de reparto, Sebastian Stan se llevó el premio por su papel en A Different Man, una comedia negra sobre un hombre que se somete a una cirugía para cambiar su rostro, pero descubre que las cosas no mejoran como esperaba.
En cuanto a las series de televisión, no hubo grandes sorpresas. Shogun, una serie histórica sobre el feudalismo japonés, dominó el apartado de series dramáticas, llevándose cuatro premios: mejor serie dramática, mejor actor para Hiroyuki Sanada, mejor actor de reparto para Tadanobu Asano, y mejor actriz para Anna Sawai.
En la categoría de comedia, Hacks repitió su éxito en los Emmy y se alzó con los premios a mejor serie de comedia, mejor actriz (Jean Smart) y mejor actor de reparto. Mi reno de peluche, una serie de Netflix, ganó en la categoría de mejor miniserie y también le valió a Jessica Gunning el premio a la mejor actriz de reparto.
Finalmente, en el apartado de animación, la gran sorpresa fue Flow, una película lituana muda sobre un gato que sobrevive a una inundación y que desafía a las grandes compañías de animación como Dreamworks y Disney. Flow superó a gigantes como Del revés 2 y Vaiana 2, demostrando que las historias más pequeñas y originales también pueden encontrar su lugar en la premiación.
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