Tras las intervenciones, la joven fue dada de alta de manera inmediata, pero su estado de salud comenzó a deteriorarse rápidamente en los días siguientes. El 27 de diciembre, Pamela regresó a la clínica debido a fuertes dolores generalizados.
A pesar de los esfuerzos por estabilizarla, falleció alrededor de las 2:00 p.m., lo que desató indignación y cuestionamientos sobre la ética profesional del médico.
La familia denuncia que el doctor Contreras no se presentó ni ofreció explicaciones tras el fallecimiento de Pamela, aumentando la preocupación sobre su responsabilidad en el caso. Además, exigen justicia y una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias exactas de su muerte.
Cabe destacar que el doctor Edgar Contreras ha estado envuelto en múltiples polémicas en el pasado. En 2015, el Ministerio de Salud Pública suspendió su exequátur, impidiéndole ejercer oficialmente como médico.
Además, la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (SODOCIPRE) no lo reconoce como miembro certificado, lo que plantea serias dudas sobre la legalidad de su práctica.
Este trágico caso ha reavivado el debate sobre la regulación de las clínicas estéticas en el país y la necesidad de supervisar rigurosamente a los médicos que realizan este tipo de procedimientos.
Las autoridades han anunciado el inicio de una investigación para determinar si hubo negligencia médica, falta de consentimiento informado o irregularidades en el ejercicio profesional del doctor Contreras.
Mientras tanto, la familia de Pamela continúa exigiendo justicia y pidiendo que se refuercen las medidas de control para evitar futuras tragedias.
Este suceso ha generado un llamado urgente a las autoridades para garantizar la seguridad de los pacientes en el ámbito de la cirugía estética y sancionar con firmeza cualquier violación a las normas médicas establecidas.
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