El año escolar 2024-2025 ya inició en Haití, pero de manera desigual, ya que algunas escuelas permanecen cerradas y otras han sido transformadas en refugios para desplazados debido a la violencia, especialmente en Puerto Príncipe.
El inicio del año académico en la zona metropolitana de la capital fue incierto y desigual. En algunas calles y barrios, los niños lucían sus uniformes, mientras que en otras áreas, decenas de escuelas han dejado de funcionar, al convertirse en refugios, en condiciones deplorables, para aquellos que se han visto obligados a abandonar sus hogares debido a la violencia.
Muchos otros residentes de Puerto Príncipe se han trasladado a áreas más seguras del país y, como advirtió recientemente la organización Save The Children, este año algunas escuelas estarán sobrepobladas en esos lugares.
En Haití, de acuerdo con cifras de la ONU, alrededor de 700,000 personas han sido desplazadas debido a la violencia, y se estima que más de la mitad de estas son niños.
El Consejo Presidencial de Transición emitió un comunicado en el que reconoció «los desafíos que enfrenta el sistema educativo» y reafirmó su compromiso de «reforzar las infraestructuras escolares y mejorar las condiciones de aprendizaje» en los centros educativos, por lo que están realizando esfuerzos para «garantizar a todos los niños el acceso a una educación de calidad, en un entorno seguro y propicio para el aprendizaje».
Entre las acciones que el Gobierno ha anunciado para la campaña de regreso a clases de este año, bajo el lema «Restaurar la autoridad de la escuela», se incluyen un apoyo financiero que oscila entre 15,000 y 20,000 gourdes (aproximadamente 110 a 150 dólares) para 280,000 padres de estudiantes, la entrega de libros de texto, la distribución de kits escolares, uniformes y banderines, así como el refuerzo y la expansión del programa de comedores escolares en todo el país.
El inicio del año escolar en Haití ocurre en un entorno de gran inseguridad, marcado por ataques armados, secuestros, violaciones en grupo y enfrentamientos entre la Policía y las pandillas.
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