El experto independiente William O’Neill, nombrado por la ONU para investigar la situación de los derechos humanos en Haití, alertó que la situación sigue empeorando en el país caribeño.
«Me entristece decir que todos los indicadores siguen siendo extremadamente preocupantes. El primero, y más preocupante, es la inseguridad. (…) Tenemos que poner fin a esta agonía permanente. Es una carrera contra el tiempo», dijo O’Neill a la prensa.
Indicó que, a pesar de un embargo internacional, continúa el ingreso de armas y municiones de contrabando al país, lo que permite a las bandas realizar ataques masivos y expandir su control e influencia en nuevos territorios.
Las áreas que aún no han sido afectadas por la violencia de las bandas están experimentando su impacto directo, enfrentando una inflación descontrolada, escasez de productos básicos y un incremento en el número de desplazados internos, lo que agrava la vulnerabilidad de la población, especialmente de niños y mujeres, señaló O’Neill.
Destacó que la Policía Nacional de Haití no dispone de la logística ni de la capacidad técnica necesarias para enfrentar a las bandas.
Mientras tanto, la población continúa enfrentando violaciones a sus derechos humanos. Según el experto, «la violencia sexual, utilizada como arma por las bandas para controlar a la población, ha aumentado drásticamente en los últimos meses».
Las pandillas están cada vez más involucradas en la trata de menores y el reclutamiento forzado, utilizando frecuentemente a estos jóvenes para realizar ataques contra instituciones públicas y operaciones policiales. «Los jóvenes están perdiendo la esperanza de un futuro mejor», afirmó.
Según O’Neill, la situación fuera de Puerto Príncipe es incluso más grave que hace un año.
En el sur del país, la prisión de Les Cayes alberga a 853 reclusos, a pesar de que su capacidad máxima es de 200. Por otro lado, en la prisión de Jérémie hay 470 prisioneros, aunque fue diseñada para solo 50.
«Duermen en suelos inundados de agua de lluvia y llenos de basura. A veces pasan días enteros sin comer», agregó el experto en su informe.
De acuerdo a O’Neill, el compromiso de las autoridades de establecer «centros judiciales especializados» para combatir la corrupción y los crímenes de gran envergadura, incluyendo la violencia sexual, será fundamental para abordar eficazmente esta problemática.
«Las soluciones están ahí, y ya existen. Pero hay que redoblar los esfuerzos inmediatamente», finalizó el experto.
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