El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que uno de los desafíos más apremiantes para la comunidad internacional es la situación en Haití.
Durante su participación en la reunión de cancilleres del G20 en Brasil, Blinken señaló que la situación en Haití representa uno de los desafíos más urgentes para la comunidad internacional.
Destacó que solo en enero de este año, más de 1,100 personas han perdido la vida, resultaron heridas o fueron secuestradas, debido al control que las pandillas tienen sobre el 80 por ciento de la capital, Puerto Príncipe.
Mencionó que los grupos armados recurren a ataques sexuales y violaciones como táctica para infundir terror en la población.
«La violencia también ha tenido el efecto de bloquear las rutas comerciales y las rutas de auxilio, así como clausurar escuelas», precisó.
En funcionario explicó que los grupos criminales han bloqueado el acceso a alimentos, agua potable, servicios de salud y electricidad, mientras que la mitad del país se enfrenta a la escasez alimentaria, con muchos ciudadanos apenas consumiendo una comida al día, y alrededor de tres millones de niños requieren asistencia humanitaria urgente, según declaró el funcionario.
Blinken señaló que el conflicto se ha extendido hacia el norte, alcanzando la zona agrícola de Haití, lo que representa una amenaza para el suministro de alimentos en todo el país.
«Estados Unidos trabaja para reducir la violencia y mejorar la vida diaria para los haitianos. Hemos aportado más de 300 millones de dólares para alimentos, agua potable, servicios de salud, servicios para sobrevivientes de violencia de género y otra asistencia humanitaria desde hace tres años», aseguró.
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