El Observatorio Europeo Austral (ESO) informó que un grupo de astrónomos ha registrado por primera vez la presencia de un disco similar a los que crean ciertos planetas en la Vía Láctea, pero esta vez en una galaxia diferente de la nuestra.
La rotación de un disco en torno a una estrella joven y masiva en crecimiento, ubicada en la Gran Nube de Magallanes (una galaxia próxima a la nuestra), fue identificada gracias al telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile.
«No podía creer que hubiéramos detectado el primer disco de acreción extragaláctico. Fue un momento especial», dijo la profesora Anna McLeod, autora principal del estudio publicado en la revista «Nature».
Según un comunicado emitido por la institución con sede en Garching, Alemania, McLeod explicó que los discos juegan un papel crucial en la formación de estrellas y planetas en nuestra galaxia.
La investigación publicada en «Nature» también utilizó información recopilada por un dispositivo en el Very Large Telescope (VLT) de ESO.
El instrumento detectó un flujo emitido por la estrella joven y masiva en cuestión, dentro de una nube de gas en la Gran Nube de Magallanes, lo cual, según MacLeod, indicaba que el disco seguía acumulándose.
Sin embargo, para confirmar su existencia, era esencial medir la velocidad del gas denso que orbita alrededor de la estrella, ya que su velocidad, asociada a su cercanía al centro, es una evidencia de la presencia de un disco, lo cual fue posible gracias a las mediciones del ALMA.
Detectar estrellas masivas en la Vía Láctea resulta complicado, ya que los discos generados a su alrededor suelen estar compuestos por material polvoriento que opaca su visión.
En cambio, en la Gran Nube de Magallanes, el material alrededor de las nuevas estrellas tiene menos polvo, lo que proporciona a los astrónomos una visión más clara y sin obstáculos de cómo se forman las estrellas y los planetas.
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