El experto de la ONU encargado de analizar la situación de los derechos humanos en Haití, William O’Neill, expresó ayer que se siente “alarmado” por la situación que se está desarrollando en la capital haitiana y que se está propagando rápidamente a otras regiones del país.
“Asesinatos, heridos y secuestros son el pan de cada día para la población. La violencia sexual contra las mujeres y las niñas sigue siendo endémica, y desde mi última visita no ha habido progresos en el acceso a los servicios y a la justicia para las supervivientes”, deploró O’Neill.
El experto expresó una particular inquietud por cómo la inseguridad y la violencia están afectando a los niños.
«Toda una generación parece sacrificada por la violencia, y el futuro de un país se ve amenazado por la dramática situación de sus jóvenes», expresó durante una conferencia de prensa.
En este contexto, señaló que numerosos niños han experimentado y continúan experimentando graves violaciones de sus derechos. Además, son afectados por la «catastrófica situación humanitaria», con dificultades significativas para acceder a servicios de salud, agua, alimentos y educación.
El experto subrayó que la inanición, la forma más letal de desnutrición, afecta a numerosos niños, al considerar que más de 500.000 jóvenes carecen de acceso a la educación y que en muchos casos, los niños de estos vecindarios son reclutados por bandas, ya sea por la ausencia de oportunidades o por temor a represalias.
«El sistema judicial haitiano sigue siendo disfuncional e inadecuado para proteger a los niños en situación de riesgo o juzgar a menores en conflicto con la ley. El tribunal de menores está paralizado», precisó.
Asimismo, O’Neill expresó preocupación por la situación de los desplazados internos en Haití, estimando que hay al menos 200.000 personas en esta condición.
«Muchos viven en condiciones inhumanas, sin acceso a servicios básicos, sobreviviendo en campamentos improvisados», lamentó el experto de la ONU.
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