La Policía de Surinam anunció este lunes que liberó a 13 mujeres de nacionalidad cubana y venezolana que estaban siendo víctimas de explotación sexual y detuvo a cinco presuntos responsables de trata de personas.
La investigación se inició cuando una mujer extranjera, cuya nacionalidad no fue especificada por la Policía, logró escapar de un establecimiento nocturno y solicitó asistencia.
Además de ella, en ese local en el distrito de Nickerie se encontraban otras once mujeres provenientes de Cuba y dos de Venezuela que estaban siendo forzadas a ejercer la prostitución.
«Estas víctimas habían sido traídas a Surinam con falsos pretextos y alojadas en habitaciones del club», señaló la Policía en un comunicado.
De acuerdo con la investigación, estas mujeres estaban obligadas a pagar una tarifa mensual al propietario del club por el alojamiento, además de entregar los pagos que los clientes les daban a cambio de servicios sexuales.
Las 13 mujeres liberadas durante la operación fueron trasladadas a un refugio de protección.
La Policía detuvo a un surinamés, un venezolano y tres mujeres cubanas como sospechosas de trata de personas, y no se descarta la posibilidad de realizar más arrestos en relación con este caso.
Según la Agencia de la ONU para los refugiados, la explotación sexual se entiende como el abuso real o intencionado de la diferencia de poder, la confianza o la posición de vulnerabilidad de una persona, como una persona refugiada que depende de otra para sobrevivir u obtener raciones de alimentos, educación, libros, transporte u otros servicios, con el fin de obtener favores sexuales, lo que incluye, entre otras acciones, ofrecer dinero u otras ventajas sociales, económicas o políticas.
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