La jueza federal encargada de liderar el juicio contra Donald Trump por presunta conspiración para anular las elecciones de 2020 en Estados Unidos emitió ayer una orden de silencio parcial contra el expresidente.
La magistrada de distrito Tanya Chutkan dictaminó que Trump debe abstenerse de hacer comentarios que puedan ser perjudiciales hacia fiscales, miembros del personal del tribunal o posibles testigos durante el juicio programado para iniciar en marzo de 2024 en Washington.
La decisión de Chutkan surge después de que el fiscal especial Jack Smith presentara una petición argumentando que la retórica provocativa de Trump podría poner en peligro la integridad de su juicio.
En comentarios públicos y en sus mensajes en redes sociales, Trump ha calificado a Chutkan como un «fraude» y una «jueza que tiene aversión hacia Trump». También ha referido al equipo de la oficina de Smith como «un grupo de matones» y ha descrito a Washington como una ciudad «corrupta y llena de crimen» con una población que es «más del 95% anti-Trump».
John Lauro, uno de los abogados de Trump, se opuso a la imposición de una orden de restricción durante la audiencia de dos horas de este lunes, argumentando que esto violaría los derechos de libertad de expresión protegidos por la Primera Enmienda del expresidente.
Chutkan respondió diciendo que la posición de Trump no le otorga «carta blanca para denigrar a los funcionarios públicos que simplemente están haciendo su trabajo».
Justo antes de que empezara la audiencia, Trump publicó en su plataforma Truth Social que la «¡ORDEN DE SILENCIO A TRUMP que la Administración CORRUPTA de Biden está tratando de obtener es totalmente inconstitucional!».
Se recuerda que el exmandatario fue acusado de intentar cambiar los resultados de las elecciones estadounidenses de 2020, que fueron ganadas por Biden, un plan concertado que culminó en el violento asalto perpetrado por sus seguidores al Capitolio el 6 de enero de 2021.
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