El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió destruir al grupo islamista palestino Hamás, movimiento que lanzó una ofensiva sin precedentes contra Israel y continuó disparando cohetes hacia el territorio, mientras que la artillería del Estado hebreo bombardeaba intensamente Gaza.
“Hamás es Daesh (acrónimo en árabe de la organización yihadista Estado Islámico) y vamos a aplastarlos y destruirlos tal como el mundo destruyó a Daesh”, aseguró Netanyahu.
Después de sostener una reunión con Benny Gantz, exministro de Defensa de orientación centrista, el primer ministro anunció a través de un comunicado la creación de un «gobierno de emergencia» y la formación de un «gabinete de guerra» que permanecerá en funciones hasta que concluya el conflicto.
El anuncio llega cinco días después de que Hamás, el movimiento islamista palestino que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, iniciara su ofensiva contra Israel.
El asalto, llevado a cabo por tierra, mar y aire, resultó en más de 1,300 muertos del lado israelí, incluyendo a 169 soldados según el ejército. Además, se registraron cientos de civiles asesinados por los islamistas, tanto en cooperativas agrícolas como en un festival musical.
En respuesta, Israel llevó a cabo ataques aéreos en la Franja de Gaza y movilizó a 300.000 reservistas. Además, desplegó decenas de miles de soldados en la zona alrededor del enclave y en la frontera norte con Líbano, donde se enfrentó nuevamente el miércoles con Hezbolá, un grupo proiraní aliado de Hamás.
En Gaza, las autoridades locales informan que al menos 1,354 personas han perdido la vida y más de 5.184 han resultado heridas debido a los bombardeos israelíes hasta el momento.
Asimismo, se reporta que decenas de personas están desaparecidas o se encuentran como rehenes en manos de Hamás.
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