La empresa United Launch Alliance (ULA) llevó a cabo este domingo el lanzamiento del cohete Atlas V desde Florida, el cual transportaba satélites de vigilancia como parte de la misión secreta Silent Barker del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Tras un retraso debido al huracán Idalia y otro por un problema técnico, la misión de desplegar múltiples cargas útiles altamente clasificadas en la órbita geosincrónica finalmente despegó desde una plataforma en la base aeroespacial de Cabo Cañaveral.
Según la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) del Departamento de Defensa, la misión funcionará como un «perro guardián» en esa órbita, supervisando cualquier satélite que realice maniobras para obtener una mejor visión de las naves espaciales estadounidenses o incluso para llevar a cabo posibles ataques contra activos espaciales.
Tanto la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) como la Fuerza Espacial no han proporcionado detalles sobre la cantidad de satélites de vigilancia desplegados ni sobre sus capacidades precisas.
La misión, conocida también como NROL-107 y llevada a cabo en colaboración con la Fuerza Espacial de Estados Unidos, marca el último lanzamiento de un Atlas V. United Launch Alliance (ULA) tiene previsto reemplazar este cohete con el Vulcan Centaur.
En la órbita geosincrónica, que se encuentra aproximadamente a 35,786 kilómetros de la Tierra, las naves espaciales tienen la capacidad de mantenerse estacionarias sobre puntos específicos de nuestro planeta.
El lanzamiento se llevó a cabo puntualmente a las 08:47 hora local (12:47 GMT).
La misión tiene como objetivo principal «disuadir» a posibles adversarios de Estados Unidos, según el teniente general de la Fuerza Espacial Michael Guetlein, comandante del Comando de Sistemas Espaciales.
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