El primer ministro de las Islas Vírgenes Británicas, Andrew A. Fahie, fue arrestado en Miami por presunto contrabando de drogas y lavado de dinero.
Agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) estadounidense se hicieron pasar por traficantes de cocaína de un cártel de Sinaloa de México para arrestar a Andrew Fahie.
El primer ministro está ahora bajo custodia y enfrenta cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Fahie aceptó un pago de US$700.000 a cambio de que los supuestos traficantes usarán los puertos de las Islas Vírgenes Británicas, según los cargos presentados en EE.UU.
¿Londres tomará el control?
Mientras, en Londres un informe oficial recomienda que se suspenda la Constitución de las Islas Vírgenes Británicas y se disuelva su gobierno, por la supuesta corrupción en el archipiélago.
De suceder esto, el territorio de ultramar volvería efectivamente a estar bajo control directo del gobierno británico.
El documento, dirigido por el juez británico Gary Hickinbottom, describe el estado del gobierno en las Islas Vírgenes Británicas como «terriblemente malo».
La investigación que dio lugar a este informe se encargó en 2021 por denuncias de corrupción y uso indebido de fondos públicos.
Esto no está directamente relacionada con el reciente arresto del primer ministro.
Sin embargo, a partir del suceso, la secretaría de Relaciones Exteriores, Liz Truss, declaró que el arresto del primer ministro muestra la necesidad de una «acción urgente».
En ausencia de Fahie, el primer ministro en funciones, Natalio Wheatley, expresó su desacuerdo con las recomendaciones del informe del juez británico.
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