La Marina de Estados Unidos detectó el domingo pasado el sonido de una implosión submarina que, según confirmaron este jueves funcionarios del servicio estadounidense, probablemente se trató del submarino Titán.
Según recoge el medio The Washington Post, la Marina compartió la información de forma inmediata con los encargados de la misión de rescate, quienes decidieron continuar con la búsqueda para tratar de salvar la vida de las cinco personas a bordo de la nave.
Otros medios recogen que el «sumergible, que desapareció durante una inmersión para visitar los restos del Titanic, sufrió así una catastrófica implosión, y esta se podría haber producido a las pocas horas de empezar el viaje».
Además, la Guardia Costera anunció ayer que los escombros encontrados previamente cerca de la zona donde se encuentran los restos del Titanic corresponden a la parte externa del Titán, lo que podría confirmar que el submarino implosionó.
Minutos antes del anuncio de la Guardia Costera, la empresa dueña del Titán, OceanGate, confirmó la muerte de los tripulantes.
En el sumergible viajaban el multimillonario Hamish Harding, el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, un antiguo buzo de la Marina francesa, Paul-Henry Nargeolet y el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush.
La misión de descender a los restos del Titanic, que se hundió en 1912 después de chocar con un iceberg, estaba programada para durar diez horas.
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