Geneviève Lhermitte, condena a cadena perpetua por haber degollado a sus cinco hijos, murió este miércoles por eutanasia en un hospital de Valonia, Bélgica.
Según el periodico Le Soir, Lhermitte, de 56 años, había pedido y obtenido “la eutanasia por sufrimiento psicológico sin esperanzas”.
Fue 28 de febrero de 2007, cuando la mujer mató uno tras otro a sus cinco hijos -Yasmine, nacida en 1992, Nora (1995), Myriam (1997), Mina (1999) y Medhi (2003)- en sus respectivas habitaciones.
Luego de degollar a los niños con un cuchillo, Lhermitte intentó sin éxito quitarse la vida, llamó por teléfono a los servicios de socorro y dejó dos notas manuscritas en la puerta de su casa con el mensaje «llamar a la policía».
En diciembre de 2008, el tribunal correccional de Nivelles, al sur de Bruselas, condenó a cadena perpetua a la madre, después de que el jurado la declarara responsable de sus actos y culpable de asesinato premeditado.
Esta caso causó gran conmoción, pues no parecía que Geneviève Lhermitte y su marido, el marroquí Bouchaib Mokadem, tuvieran grandes problemas.
Hasta el mismo día del juicio, los psiquiatras que examinaron a Lhermitte consideraron que era responsable de sus actos, a pesar de que tenía un estado de ansiedad aguda y de depresión cuando asesinó a sus hijos.
Durante el juicio apareció una carta que Lhermitte había escrito a su psicólogo el día anterior a que ocurrieran los hechos en la que revelaba sus planes de suicidio y de llevarse a sus hijos en su muerte.
Un segundo análisis que se realizó tras esa revelación indicó que la mujer no podía ser considerada responsable de sus actos y recomendó internarla en una clínica psiquiátrica.
Sin embargo, Geneviève Lhermitte fue condenada a cadena perpetua por asesinato premeditado.
(Con información de EFE)
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