Perdidas humanas y mucho dolor atraviesa el sureste de Turquía y Siria, donde a tempranas horas fue registrado un terremoto de magnitud 7,8 provocando una búsqueda de sobrevivientes en todas las zonas perjudicadas.
Las informaciones de medios locales aseguran que 568 personas murieron, cifra con posibilidad de aumentar significativamente.
A la cantidad de muerte en Turquía y Siria se le suma miles de heridos con heridas de alto riesgo.
Fue en horas de la madrugada cuando los residentes de dicho lugar salieron con temor a las calles en una noche fría de viento, lluvia y nieve.
Tras docenas de edificios caer, rescatistas y residentes rebuscaban bajo los escombros con la esperanza de encontrar con vida toda persona que pudo haber sido afectada.
Personas presentes afirmaron que habían oído a una persona pedir ayuda bajo los restos de un edificio.
Según lo manifestado, la persona, aún no identificada, gritaba “No tengo fuerzas para aguantar”.
En tal sentido, en Diyarbakir, grúas y equipos de rescate trabajaban en una pila de pisos de concreto amontonados que antes eran un edificio de apartamentos.
Al menos 11 personas murieron en la localidad de Atmed y muchas más quedaron enterradas entre los escombros, dijo un doctor
El presidente turco, Recep Tayip Erdogan dijo en Twitter que “se enviaron de inmediato equipos de búsqueda y rescate” a las áreas afectadas.
“Esperamos que superaremos este desastre juntos lo más pronto posible y con la menor cantidad de daños”, agregó.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, informó de 268 muertos y 2.300 heridos en 10 provincias del país. Unos 1.700 edificios se desplomaron, añadió.
Ver también: “Un Crimen Contra La Humanidad”
Tú que opina de este post