Al menos 34 personas murieron en el noroeste de Burkina Faso durante dos ataques de presuntos yihadistas en el norte y en el noroeste del país.
Según informaron a la AFP en la noche del domingo al lunes «la población civil de la comuna rural de Burasso (noroeste) fue objeto de un ataque cobarde y bárbaro perpetrado por hombres armados».
El gobernador de la región, Babo Pierre Bassinga, indicó «El balance provisional de este ataque terrorista es de 22 muertos, varios heridos y daños materiales».
El balance anterior, suministrado a la AFP, era de «15 víctimas, hombres, mujeres y niños».
Fuentes precisaron que «individuos armados atacaron las poblaciones civiles de Burasso, una localidad situada cerca de Dédugu», capital de la provincia de Kossi.
Mediante reportes suministrados a la AFP, confirmó el ataque, refiriéndose a su vez a «una veintena de muertos».
«Los individuos armados primero dieron una vuelta por el pueblo disparando al aire. Volvieron más tarde esa noche y abrieron fuego indiscriminadamente contra la población», manifestó un habitante.
El sábado también se produjo otro ataque mortal en Namissiguima, provincia de Yatenga (norte), según otra fuente de seguridad.
«El resultado de este ataque es de 12 muertos, entre ellos tres Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP)», civiles que luchan al lado del ejército, precisó una persona del lugar.
Se refirió también a oleadas de desplazamientos de población desde el domingo.
Al igual que sus vecinos Níger y Malí, Burkina Faso, sobre todo el norte y el este, son objeto de atentados yihadistas desde 2015.
Asimismo, por parte de movimientos afiliados a Al Qaida y al Estado Islámico, que dejaron más de 2.000 muertos y 1,9 millones de desplazados.
