Por: Leanlly Pérez- Las tasas de fertilidad continúan disminuyendo a nivel mundial, lo que ha generado temores sobre un posible “colapso demográfico”.
Sin embargo, el informe del Estado de la Población Mundial del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) advierte que la verdadera crisis no es la despoblación, sino la falta de capacidad para decidir libremente sobre la reproducción.
Muchas personas desean tener hijos, pero enfrentan barreras sociales, económicas y de acceso a servicios de salud que se lo impiden.
Bajo el lema “Empoderar a la juventud para que puedan formar las familias que desean en un mundo justo y lleno de esperanza”, el Día Mundial de la Población de 2025 resalta la necesidad de garantizar que los jóvenes cuenten con los derechos, recursos y oportunidades para construir su propio futuro.
Obstáculos como la inseguridad económica, la desigualdad de género, el limitado acceso a salud, educación, la crisis climática y los conflictos afectan las decisiones reproductivas y el bienestar de la juventud.
Para responder a los retos demográficos globales, los gobiernos deben priorizar las necesidades de los jóvenes, ofrecerles esperanza y garantizar sus derechos.
El bienestar de las futuras generaciones no solo depende del número de hijos que puedan tener, sino del mundo que esos hijos heredarán.
El informe también destaca los cambios poblacionales a lo largo del tiempo: la población mundial pasó de 1.000 millones a casi 7.900 millones en poco más de 200 años, con previsiones de llegar a 8.500 millones en 2030 y casi 11.000 millones en 2100.
Las tasas de fecundidad han disminuido de 4,5 hijos por mujer en los años 70 a 2,5 en 2015, mientras que la esperanza de vida ha aumentado a más de 72 años.
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