Por: Leanlly Pérez- Cada 1 de septiembre se conmemora el Día del criminalista, una fecha que rinde homenaje a Juan Vucetich, el científico croata nacionalizado argentino que revolucionó el mundo forense con el descubrimiento de la dactiloscopia, el método de identificación de personas a través de sus huellas dactilares.
En 1888, Vucetich se unió a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, donde comenzó a registrar huellas dactilares de detenidos en fichas policiales. Desarrolló un sistema único de clasificación que redujo las huellas a cuatro tipos básicos, permitiendo identificar individuos de manera rápida y precisa.
Su método se aplicó por primera vez el 1 de septiembre de 1891, cuando se archivaron las impresiones de los diez dedos de 23 procesados. Poco después, la dactiloscopia tuvo su primer caso emblemático: el de Francisca Rojas, quien en Necochea había asesinado a sus tres hijos. Gracias a una huella en la escena, las autoridades comprobaron su culpabilidad, marcando el inicio de una nueva era en la investigación criminal.
Hoy, más de 130 años después, el sistema creado por Vucetich sigue siendo fundamental en la resolución de delitos en todo el mundo, demostrando que la ciencia es una aliada clave de la justicia.